viernes, 25 de marzo de 2011

La Provincia aporta $ 500 mil para construir 3 microembalses en Elena

Elena.- Finalmente este lunes la Provincia efectivizará la entrega de 500 mil pesos a la Asociación de Consorcios de Conservación de Suelos de Tegua, dinero que será destinado al trazado de un proyecto para la ejecución de tres microembalses en la cuenca hídrica comprendida entre Elena y Alpa Corral.

Aunque el anuncio de este aporte económico fue hecho a fines de diciembre del año pasado, recién ahora el Tribunal de Cuentas del Gobierno provincial dio la autorización para disponer de estos recursos.

Es por ello que el lunes autoridades de Agricultura de la Provincia, encabezadas por el ministro Cargos Gutiérrez, y representantes de Conservación de Suelos se reunirán con intendentes de la cuenca del Tegua que comprende alrededor de 400 mil hectáreas, para dar el primer paso en la ejecución de obras que procuran evitar la inundación de pueblos, la destrucción de caminos y de rutas.

Así lo hizo saber el intendente de Elena, Néstor Zunino, quien dijo que el encuentro será a las 11 en esta localidad, ocasión en que la Asociación de Consorcios recibirá los fondos para comenzar en lo inmediato a trabajar en el proyecto de obras.

“La idea es elaborar un proyecto para sistematizar toda la cuenca, con obras que se ejecutarán tranqueras adentro, con la participación de los productores, y que contempla la construcción de microembalses y canales de drenaje”, señaló.

A ello se deberá sumar la colaboración de los agropecuarios que deberán intensificar el laboreo en terrazas para evitar el arrastre que provocan las lluvias copiosas y la rotación de cultivos, entre otras prácticas que apuntan a la conservación de los suelos.

Ejemplo de ello es el trabajo que vienen realizando dos productores elenenses que hace tiempo realizan cultivos en terrazas y tienen sus propios diques en sus campos para retener los excesos hídricos. “Lo que necesitamos es que más productores se sumen, porque ello va en beneficio propio”, instó Zunino.

Tres microembalses

En Elena es donde comenzará a trabajarse en este proyecto integral, ya que es la localidad más comprometida y tiene riesgo de inundación. De acuerdo con los primeros estudios y relevamientos, se ejecutarán tres microembalses para contener los excesos hídricos.

El ingeniero David Torre será el encargado de hacer esta primera parte del proyecto, señaló Zunino, y luego otros profesionales en las distintas zonas delinearán las próximas etapas a ejecutar.

“El dinero lo va a recibir la Asociación de Consorcios (integrada por ocho consorcios regionales) y será quien lo administre”. Aclaró el intendente que la obra total demanda mucho más inversión, por lo que se comenzarán a gestionar nuevos aportes a nivel nacional.

Se estima que con la entrega de dinero prevista para este lunes por parte de la Provincia se agilicen los tiempos y en pocos meses más se comience a trabajar. “Es primordial la ejecución de estas obras porque en el caso de nuestro pueblo, hay serio riesgo de sufrir una inundación; toda vez que llueve, las aguas provocan serios daños en caminos rurales y en la ruta 36, que se corta”, sostuvo Zunino.

Justamente sobre este camino nacional, Agricultura de la Provincia ubicó carteles con leyendas que apuntan a la concientización, pidiendo a los productores conservar los suelos, trabajar en terrazas y evitar el monocultivo.

FUENTE: PUNTAL

jueves, 24 de marzo de 2011

Choque en Río Tercero deja 6 heridos

Río Tercero. Seis personas resultaron gravemente heridas por un choque frontal registrado en la ruta que une Río Tercero con Almafuerte, alrededor de las 18 de ayer.

El impacto producido a dos kilómetros de Río Tercero, involucró a un auto Kía y a un utilitario Renault Kangoo.

El impacto frontal se registró a metros de una curva.

El auto se dirigía hacia Río Tercero y en sentido contrario se conducía el utilitario.

Los primeros datos extraoficiales indicaron que el conductor del auto, Esteban Díaz, está domiciliado en Embalse.

Mientras que quien manejaba la Kangoo sería un empleado de Cristo Mirjanovich, conocido empresario de Río Tercero.

Un dato apuntado por los bomberos fue que en el utilitario, el rodado más afectado, habrían viajado unas seis personas. Participaron 20 bomberos en la asistencia a las víctimas, hasta que llegaran las ambulancias. Los autos quedaron varados en una larga fila de unos cinco kilómetros.


FUENTE: LA VOZ

Almafuerte: dos heridos al incendiarse un taller

Dos personas sufrieron quemaduras tras producise un incendio en el taller mecánico donde se encontraban, en Almafuerte.

El hecho se produjo minutos antes de las 15 de ayer, confirmaron en laOficina de Prensa de la Policía de Córdoba.

Una dotación de bomberos con currió al lugar para controlar las llamas, que dañaron en sutotalidad el inmueble y los vehículos que estaban en su interior.

Por el fuego, dos hombres de 27 y 53 años fueron rescatados y trasladados a un centro médico local.

"Debido a la gravedad de las heridas, al más joven se lo derivó al Instituto del Quemado de laciudad de Córdoba", señalaron fuentes policiales.

FUENTE: PUNTAL

domingo, 20 de marzo de 2011

Postergarían un año la parada de la Nuclear

La Central Nuclear de Embalse, con su reactor ya envejecido, debe salir de servicio tras 26 años de actividad. El Gobierno nacional decidió –y puso en marcha– un plan no para desmantelar la usina sino para prolongar su vida útil por otros 25 años.

Para eso, deberá paralizar su marcha durante al menos un año y medio, para permitir las obras de recambio de todos los sectores críticos. Aunque hace tres años se había anunciado que 2011 era la fecha más probable de parada, es casi seguro que ese paso se postergará al menos un año.

Varias fuentes de la central embalseña admitieron que “parece descartada” la salida de servicio para este año. Además, un funcionario de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (Nasa), la empresa estatal que administra las centrales nucleares, confirmó a este diario que, aunque “la fecha no está decidida y depende de una serie de factores”, es probable que no sea durante 2011.

Ante la consulta de si los acontecimientos en Japón podrían hacer variar los planes en marcha de expansión nuclear en la Argentina, el mismo funcionario respondió: “De ninguna manera”. Descartó así la posibilidad de abrir un debate como el que se desarrolla por estos días en todo el mundo, sobre la conveniencia de continuar con los programas atómicos o, al menos, revisar las pautas de seguridad. Los planes de expansión incluyen la extensión de la vida útil de la Central de Embalse, la terminación de Atucha 2 y, luego, la construcción de la cuarta usina atómica en Argentina, que sería Atucha 3.

Desde Nasa, se señaló como probable que Atucha 2 empiece a generar energía a comienzos de 2012. Ésa sería una de las razones por la que se aguardaría para sacar de servicio a Embalse, evitando que su ausencia impacte en la demanda de energía del país. La central cordobesa aporta más del cuatro por ciento de ese total.

Ya empezó. En realidad, las obras para el “reciclado” de la usina de Calamuchita empezaron hace unos tres años, con las licitaciones por equipamiento, diseños de proyectos y adecuaciones de instalaciones. En 2009, el Congreso aprobó, casi por unanimidad, el aval del proyecto.

Ricardo Sainz, gerente del proyecto de extensión de vida útil, señaló –al ponerse en marcha ese proceso– que entre la vieja y la nueva usina no habría diferencias de tecnología, “pero sí recambios y modificaciones para mejorar condiciones de materiales y de seguridad en los componentes”. Sainz explicó que la vida útil se termina por el desgaste del material crítico, sobre todo en el reactor nuclear. “El diseño determina una vida útil, según sus materiales y componentes, y se analiza en forma minuciosa hasta cuándo pueden funcionar”, indicó.

“El momento en que deje de funcionar no depende de un decreto, sino del análisis de los sistemas. Todo está especificado. Cuando llega a su límite, ese material no puede seguir y punto”, aclaró.

Sainz detalló en esa oportunidad que el material crítico a cambiar “es el núcleo del reactor y todos sus componentes internos”, además de “los cuatro generadores de vapor y otros equipos e instrumentos”.

La Nuclear tiene paradas de mantenimiento e inspección de varias semanas cada año y medio. La última, meses atrás, fue algo más prolongada porque debieron cambiarse tres de los 380 canales del reactor, que se detectaron como afectados.

La extensión de vida útil costaría cerca de mil millones de dólares. En la empresa señalan que representa la mitad del costo de una central nueva de similares características.

Además, en defensa del proyecto, argumentan que un desmantelamiento adecuado y sin riesgos demanda una erogación casi similar, pero perdiendo en ese caso el país una fuente clave de energía, y que hay pocas experiencias en ese sentido para plantas de este tamaño.


FUENTE LA VOZ DEL INTERIOR

viernes, 18 de marzo de 2011

Fukushima está más cerca de lo que creemos

Por

Dr. Prof. Raúl A. Montenegro, Biólogo

Profesor titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba. Presidente de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) y Premio Nóbel Alternativo 2004 (RLA, Estocolmo, Suecia).

Japón tiene 55 centrales nucleares, 14 de ellas localizadas en la zona afectada por el terremoto y el tsunami ocurridos a mediados de marzo. Once enfrentaron problemas y seis sufren situaciones extremadamente graves, en particular Fukushima Daiichi. Para entender porqué Argentina no está exenta de tener un accidente nuclear nivel 7 en la escala INES [1] –el peor posible- y porqué sus ciudadanos no están preparados para enfrentarlo, haremos un breve recorrido por las realidades nucleares de Japón, Alemania y nuestro país. Si los gobiernos de la nación y algunas provincias no aprenden la lección de Fukushima estaremos condenados a repetir sus mismos errores. Solo que después de grandes accidentes nucleares no suele haber una segunda oportunidad.

Japón

Antes del terremoto del 11 de marzo de 2011, las autoridades nucleares de Japón y los operadores privados (entre ellos TEPCO, responsable de Fukushima I) consideraban que las centrales de Fukushima I, Fukushima II, Onagawa y Tokai podían resistir terremotos y tsunamis de máxima intensidad. Ese día a las 14:46 JST (tiempo estándar de Japón) se produjo en la costa nordeste un terremoto con 8,9 grados de intensidad en la escala de Richter. A las 15:41 llegó el tsunami. En Fukushima I funcionaban los reactores 1, 2 y 3 (no así las unidades 4, 5 y 6, fuera de servicio). En Fukushima II los reactores de potencia 1, 2 y 3, en Onagawa otros tres reactores y en Tokai la unidad II, cuya unidad I ya fue desmantelada. Todos ellos, pero muy especialmente los reactores de Fukushima I, colapsaron. Comenzó entonces la creciente fuga de materiales radiactivos al ambiente, que continúa en este momento. También se iniciaron evacuaciones masivas en las comunidades más cercanas. Por primera vez en la historia nuclear de la humanidad se accidentaron varios reactores al mismo tiempo. Originalmente la situación de Fukushima se asimiló a un evento nuclear nivel 4 en la escala del INES (que va de 0 a 7), pero a medida que se agravaba la cadena de sucesos se alcanzaron los grados 5 y 6 y muy posiblemente el temido nivel 7. El mismo nivel de Chernobyl.

Las centrales nucleares del nordeste japonés no resistieron la fuerza del terremoto y del tsunami. Pese a las reiteradas garantías de seguridad que históricamente declamaron la autoridad nuclear de Japón y los operadores privados, las estructuras, funcionamiento y dispositivos de emergencia de los reactores colapsaron. Se potenciaron entonces entre sí numerosas crisis: destrucción masiva, mortandad, miles de heridos, redes viales deterioradas, interrupción en el suministro de combustible, electricidad y alimentos, problemas de transporte, comunicaciones defectuosas y réplicas intermitentes del terremoto, que todavía continúan. La preparación de la sociedad civil para enfrentar terremotos, tsunamis y accidentes tecnológicos explica porqué no hubo centenares de miles de muertos en una de las regiones más densamente pobladas del planeta. La sociedad respondió pero no sucedió lo mismo con las autoridades nucleares del gobierno, quienes –en las últimas décadas- no lograron advertir que concentrar muchos reactores nucleares sobre superficies pequeñas y cercanas a grandes centros poblados era un despropósito, sobre todo en un país que soportó históricamente fuertes terremotos y tsunamis. Lo curioso es que siendo el único país de la Tierra donde la insensatez de un enemigo hizo estallar dos bombas nucleares sobre población inocente, Japón desarrollara la misma tecnología que generó las bombas "Little Boy", a base de Uranio 235, y "Fat Man", con Plutonio 239.

Alemania

La canciller alemana Angela Merkel reaccionó con rapidez ante la tragedia humana, ambiental y tecnológica de Japón. El 15 de marzo de 2011 aplazó por tres meses la extensión de la vida útil de 17 reactores nucleares, y un día después paralizó "temporalmente" las 7 centrales más antiguas de Alemania. Tomó esta decisión aunque el país no tenga riesgo de grandes terremotos ni tsunamis [2]. Decisiones similares están siendo adoptadas en distintos países. Hasta el 17 de marzo de 2011, 10 de los 31 países que poseen reactores nucleares de potencia anunciaron la paralización de nuevos proyectos y dispusieron una profunda revisión de su seguridad.

Argentina

Contrariamente a lo sucedido en Alemania, donde se adoptó una rápida medida preventiva, el Gerente de Relaciones Institucionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Gabriel Barceló, descartó que lo ocurrido en Japón pueda suceder en Argentina pues nuestro país "usa una diferente tecnología y además no estamos en zona sísmica" [3]. Esta aseveración es incorrecta. Las tecnologías son diferentes pero los materiales radiactivos que se manejan son igualmente peligrosos y los sismos –por otra parte- no son la única causa de accidente nuclear. Cualquier reactor puede sufrir un accidente nivel 7.

Ese máximo accidente "posible" puede ser el resultado de varios factores, aislados o que actúan en forma simultánea.

Primero, actividad sísmica. La central de Embalse en Córdoba está localizada sobre la falla de Santa Rosa, en una región donde ya se han registrado movimientos sísmicos importantes: magnitud 5,5 e intensidad VII en 1947 y magnitud 6,0 e intensidad VIII en 1934. La "falla del frente occidental de la Sierra Chica" se extiende desde Carlos Paz hasta Berrotarán y Elena. Su potencial para generar sismos es desconocido. En la región también se encuentra la falla de Las Lagunas, cercana a Sampacho –localidad destruida por un sismo en 1934- que llega hasta Río Cuarto [4].

Segundo, fallas humanas. El 30 de junio de 1983 la central nuclear de Embalse sufrió un grave incidente que no llegó a descargar material radiactivo al ambiente. Pero delató “fallas en el diseño, errores en los documentos y procedimientos, y desaciertos en la organización interna”. Este crudo diagnóstico está contenido en un documento del IRS, oficina de las Naciones Unidas con sede en Austria que centraliza los informes sobre incidentes. La CNEA, además de mantenerlo en secreto, tardó tres años en comunicar lo sucedido al IRS. Recién se conoció cuando la revista Der Spiegel, que tuvo acceso a 250 informes secretos, lo publicó en Alemania en 1987.

Tercero, fallas técnicas. Los reactores Candu tienen fallas inherentes a su diseño que explican por ejemplo las numerosas descargas de agua pesada radiactiva descargadas al lago de Embalse. Por ejemplo, febrero-marzo de 1986, agosto de 1987, septiembre de 1987, diciembre de 1987, diciembre de 1995 y octubre de 2003 [5]. Los Candú son particularmente sensibles a ciertos tipos de accidentes [6].

Cuarto, impacto de avión comercial de gran porte por accidente o acto terrorista contra el reactor o contra el depósito de combustible nuclear agotado.

Es importante señalar que Embalse tiene dos sitios extremadamente peligrosos, uno muy protegido por "barreras de ingeniería", el corazón del reactor, y otro menos protegido estructuralmente, el depósito de combustible nuclear agotado. Allí están depositadas las barras de descarte, altamente radiactivas, que se produjeron durante sus 28 años de operación (1983-2011). Al final de su vida útil estaría acumulando más de 120.000 barras que mantienen su peligrosidad durante 1.000 a 1.500 siglos. La situación en Atucha I es similar. Si un Boeing 767 impactara contra esos depósitos, el combustible nuclear se fragmentaría y los residuos radiactivos, transportados en altura por la corriente convectiva del incendio, podrían diseminarse. El viento generaría sucesivas "plumas de contaminación" o nubes. Chernobyl y Fukushima han mostrado que esta contaminación puede afectar zonas muy extensas, incluso a gran distancia de los reactores accidentados [5].

Embalse y Atucha I liberan rutinariamente materiales radiactivos

Las centrales nucleares de Argentina solo son controladas por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) cuyos miembros siempre mantuvieron estrechas relaciones con CNEA y NASA (Nucleoeléctrica Argentina S.A.), que opera los dos reactores. Los gobiernos de las provincias de Córdoba y Buenos Aires –por otra parte- no controlan adecuadamente los reactores nucleares de Embalse y Atucha I, ni preparan a las poblaciones locales para el "peor accidente posible" (nivel 7 del INES). Además de la liberación accidental de materiales radiactivos –usualmente no informadas a la población- ambos reactores descargan rutinariamente una larga lista de radioisótopos al ambiente.

Embalse por ejemplo libera al lago, entre otros, Tritio 3, Zirconio 95, Cesio 137 y 134, Estroncio 90, Cromo 51, Niobio 95, Cerio 141 y 144, Gadolinio 153, Iodo 131, Rutenio 106 y 103, Cobalto 60, Antimonio 125, Bario 140, Manganeso 54, Plata 110 M, Zinc 65 y Curio 51. El aire –en tanto- recibe Tritio 3, Xenón 133, Xenón 135, Kriptón 85, 85 M y 88, Niobio 95, Zirconio 95, Cerio 144, Rutenio 103. Cerio 141, Antimonio124 y 125, Cobalto 60, Hierro 59, Plata 110m y Iodo 131. Todos son de riesgo y dado que algunos tienen vidas medias largas como el Tritio 3 (12,3 años), el Cesio 137 (30,1 años), el Estroncio 90 (28,7 años) y el Cobalto 60 (5,2 años) es muy posible que se hayan acumulado en las cadenas alimentarias del lago y del suelo. El Cesio 137, químicamente similar al potasio, ingresa por ejemplo en tejido muscular y el Estroncio 90 –similar al calcio- en tejido óseo. Dado que el gobierno de la provincia de Córdoba no controla a NASA –la operadora de la central- se ignora lo que está sucediendo. En Atucha I –donde las principales descargas se vuelcan al río Paraná- la situación es parecida.

A nivel de radiación ionizante no hay niveles inofensivos

La radiación ionizante emitida por los materiales radiactivos es dañina para las células, tejidos y organismos vivos. Incluso la exposición a la radiación natural de fondo, relativamente baja, implica riesgos. Cualquier aumento de ese fondo aumenta la posibilidad de efectos negativos. Cada ciudadano debe saber que biológicamente ningún umbral de radiactividad es seguro. Maurice Errera de la Universidad de Bruselas lo expresa muy claramente: “todo aumento de radiación, por pequeño que sea, es susceptible de incrementar la incidencia de enfermedades hereditarias o del cáncer”. El descubrimiento del efecto Petkau cambió la historia del impacto sanitario. Hoy sabemos que las pequeñas dosis de radiación también pueden afectar a las células vivas y su material genético (ADN), y generar cáncer. La radiación actúa de dos formas, directamente cuando las partículas Alfa y Beta y los rayos Gamma alcanzan las células vivas. Indirectamente cuando los átomos "impactados" por esa radiación pierden sus electrones, y éstos actúan como si fueran balas dañinas sobre otras células y sus respectivos materiales genéticos. Los efectos de la radiación, sin embargo, suelen aparecer bastante tiempo después de la exposición. La radiación ionizante, que no tiene olor, ni se ve, ni se toca, enferma y mata en silencio [5].

Córdoba, con más Tritio radiactivo que Buenos Aires

En Córdoba, el lago de Embalse recibe los mayores impactos de la central nuclear de Embalse. Además de las varias decenas de materiales radiactivos que descarga rutinariamente la central, su circuito terciario sobrecalienta las aguas del lago en más de 3 grados centígrados. Uno de los radioisótopos críticos que vuelca es el Tritio 3, cuya vida media es de 12,43 años. Los habitantes de Embalse, por ejemplo, consumen agua potable con 220 becquerelios por litro de Tritio 3. Para la CNEA este valor está “por debajo” de sus límites. Pero para la Directiva 98/93 de la Comunidad Europea, aprobada el 3 de noviembre de 1998, el límite aceptable para agua potable es 100 becquerelios por litro. ¿Porqué un habitante de Embalse debe consumir agua con 500 veces más Tritio 3 que un habitante de Buenos Aires o Roma, sabiendo lo que hoy sabemos sobre el efecto de las pequeñas dosis? CNEA y otras oficinas federales minimizan esta realidad pero sin dar cifras [7].

En Argentina la población no está preparada para enfrentar accidentes nucleares

En Embalse y Atucha I, las tres instituciones nucleares de Argentina, ARN, CNEA y NASA, organizan simulacros de accidente nuclear "menor" solamente en un radio de 10 kilómetros alrededor de cada reactor nuclear. Su plan de evacuación de personas se limita, en cada caso, a 3 kilómetros alrededor de las plantas. Fukushima y Chernobyl muestran hasta qué punto estas distancias son insignificantes. Tokio, que se ha estado preparando para reducir la exposición a residuos radiactivos transportados por aire, está ubicada a 224 kilómetros de Fukushima. En Chernobyl la contaminación radiactiva alcanzó lugares situados a 700 kilómetros de distancia e incluso más lejos.

De allí que en Argentina millones de personas queden marginadas de los sistemas de prevención. Nunca se elaboraron planes ciudadanos con consignas para que cualquier poblador de las ciudades de Río Cuarto o Villa María en Córdoba, o de Rosario en Santa Fe, o de la ciudad de Buenos Aires sepan cómo actuar ante el peor accidente posible. Ni siquiera se han acordado tareas conjuntas con Uruguay para que sus ciudadanos también estén preparados. CNEA se limita a decir que la probabilidad de accidente nuclear es baja y que la tragedia de Fukushima no podría ocurrir en nuestro país.

Al excluir la mayor parte de la población de las consignas de seguridad, las autoridades nucleares de Argentina cometen un error social trágico. Para evitar eventuales críticas y temores prefieren no preparar a la población que vive más allá del radio de los 10 kilómetros alrededor de Embalse y Atucha I.

Pero ellos no son los únicos responsables. Los gobiernos de la provincias potencialmente afectadas por un accidente nuclear nivel 7 en la escala del INES –ya sea en Embalse o Atucha I- también siguen mirando para otro lado. El caso de Córdoba es particularmente grave. La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) le entregó al gobernador Juan Schiaretti, en noviembre de 2010, un Plan Ciudadano con consignas para que los pobladores sepan cómo actuar ante un accidente nuclear. A la fecha (marzo de 2011) el gobernador nunca respondió. De allí que FUNAM esté analizando la posibilidad de accionar judicialmente contra el gobernador y haya decidido, unilateralmente, distribuir públicamente el Plan Ciudadano.

Las limitaciones de las pastillas de Iodo

Durante los accidentes nucleares suelen liberarse cantidades importantes del radioisótopo Iodo 131, que tiene una vida media de 8,1 días [8]. Al igual que todos los materiales radiactivos es una sustancia cancerígena. Por eso se distribuyen pastillas de Iodo estable (no radiactivo) entre la población. Al saturarse la glándula tiroides y estar la persona expuesta al Iodo 131 radiactivo, la glándula no lo fija y el radioisótopo se elimina, mayoritariamente, por orina y materia fecal. Lo que no explican con claridad las autoridades nucleares es que las pastillas de Iodo solo sirven para detener las formas radiactivas del Iodo. No ayuda a eliminar el Cesio 137 ni el Estroncio 90 ni ninguno de los otros materiales radiactivos descargados durante un accidente nuclear. Tampoco "absorbe" la radiación. Debido a esta confusión muchas personas creen que tomando pastillas de Iodo quedan protegidas de todos los materiales radiactivos y de la radiación, lo que no es cierto.

Argentina ya tuvo su accidente grado 4 en la escala del INES

Argentina figura en los listados de accidentes nucleares importantes debido al grave accidente que ocurrió en el reactor de investigación RA-2 en el Centro Atómico Constituyentes, en Buenos Aires (CAT). El 23 de septiembre de 1983 estaba realizándose allí un experimento que requería cambiar la configuración del "corazón" del reactor. Se produjo entonces una "excursión crítica" (reacción fuera de control) que expuso al operador a 2.000 rad de radiación Gamma y 1.700 rad de neutrones, lo que produjo su muerte dos días después. Otras 17 personas ubicadas fuera de la habitación del reactor recibieron dosis que variaron entre 35 rad (0,35 Gy) y menos de 1 rad (0,01 Gy). Este accidente fue calificado como nivel 4 en la escala del INES [5].

En Argentina debe revisarse el programa nuclear y someterse a revisión independiente los sistemas de seguridad de sus reactores de potencia y experimentales. Propuestas.

En nuestro país están definiéndose obras que ponen en peligro sanitario y ambiental vastas regiones geográficas y ciudades muy pobladas. Esto se debe a la gran movilidad de los contaminantes atmosféricos en caso de accidente con descarga masiva de radioisótopos. En Japón las sustancias radiactivas eliminadas desde Fukushima están llegando a Tokio, la ciudad más poblada del planeta (con 35,8 millones de habitantes), que se encuentra a 224 kilómetros de distancia.

En Argentina el gobierno nacional alienta la consolidación de un "parque" de reactores en Lima en la provincia de Buenos Aires que integra, en la actualidad, Atucha I (en operación), Atucha II (en construcción) y el CAREM 25 (en construcción). Es intención del gobierno nacional agregar además la proyectada Atucha III. El ya antiguo reactor de Atucha I se encuentra a 120 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y próximo a ciudades del Uruguay. Si ocurriera un accidente nivel 7 afectaría potencialmente a la Argentina, Uruguay y posiblemente parte del sur de Brasil. Las "plumas" de contaminación radiactiva podrían alcanzar Uruguay por aire y por agua (río Paraná, río de la Plata). Entre las localidades uruguayas con ubicación crítica se encuentran Fray Bentos, Mercedes, Dolores, Carmelo y Colonia.

En la provincia de Córdoba los gobiernos nacional y provincial tomaron la decisión de extender la vida útil de la central nuclear de Embalse por 25 años violando, abiertamente, la ley provincial de Ambiente 7.343, el decreto provincial 2.131 sobre Evaluación de Impacto Ambiental y la ley Nacional de Ambiente 25.675, que prevé la realización de Audiencias Públicas. Esta decisión –pese a la oposición pública y los reclamos de FUNAM, iniciados en 2005- ignoró por completo a los ciudadanos de la provincia.

De sumarse la vida útil ya cumplida, el tiempo que aún queda de operación (2011-2012) y la extensión (25 años) se sobrepasa el medio siglo de funcionamiento. Esto aumentaría los riesgos de accidente del reactor, pese a la renovación de partes, pues funcionaría con muchos elementos antiguos e impactados. Crecería además el efecto negativo de sus descargas radiactivas al ambiente (rutinarias, accidentales), en particular sobre el lago de Embalse y el río Ctalamochita, pues se incrementaría la acumulación de radioisótopos de larga vida media. En caso de accidente nivel 7 debe recordarse que Embalse dista apenas 35 kilómetros de Río Tercero, 86 kilómetros de Alta Gracia, 110 kilómetros de Río Cuarto y 120 kilómetros de Córdoba, la segunda ciudad más poblada de Argentina.

Al noreste del país, la nación y el gobierno de Formosa pretenden instalar junto al río Paraguay un reactor CAREM de 150 MW. Se desconocen los estudios de impacto ambiental y no ha habido consultas públicas. Este reactor es experimental pues nunca antes se construyó en forma completa un CAREM 150. Solo hubo pruebas de la unidad crítica que violaron en su momento la legislación de la provincia de Río Negro (1997) y se está construyendo un prototipo, el CAREM 25, en Lima (Buenos Aires). En caso de accidente nivel 7 en la escala del INES podrían verse afectados el noreste de Argentina y Paraguay. Resulta llamativo que los gobiernos de la Argentina y Formosa sigan adelante con este proyecto experimental sin haber consultado previamente al gobierno de Paraguay y sin que se conozca la posición de los paraguayos. Una eventual pluma de contaminación que se extendiera por el río Paraguay podría afectar además las provincias de Chaco y Corrientes, e incluso otros lugares ubicados aguas abajo (después de la confluencia Paraguay-Paraná).

En plena democracia el gobierno de la Nación y algunos gobiernos provinciales vuelven a repetir la mecánica autoritaria de los gobiernos militares, principales impulsores del programa nuclear.

Argentina debe replantear su costoso programa nuclear en base a debates amplios e informados y consultas públicas, en particular porque la nación impulsa –unilateralmente- la consolidación del primer parque de reactores nucleares de América Latina en Lima (Buenos Aires) cuando Fukushima mostró, dramáticamente, lo peligroso que resulta concentrar en una misma localidad varios reactores nucleares ubicados –además- a distancia crítica de grandes centros poblados.

Urge suspender la extensión de la vida útil de la central nuclear de Embalse e investigar administrativa y judicialmente porqué se decidió dicha extensión sin respetar las leyes y sin audiencia pública. También debe suspenderse la construcción del reactor CAREM de Formosa, un proyecto que ignoró a los ciudadanos del nordeste de Argentina y al Paraguay.

Asimismo debe someterse a revisión externa la seguridad de todas las instalaciones nucleares, no solamente reactores (centros atómicos, planta de enriquecimiento de uranio, minas de uranio sin remediar, Dioxitek etc.), y encarar estudios ambientales y epidemiológicos independientes para conocer los impactos negativos que ya provocaron las actividades nucleares sobre los ecosistemas y la salud. Para ello será necesario convocar a universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil. En este contexto debe analizarse la viabilidad y seguridad de Atucha II y del CAREM 25. Finalmente, las actividades nucleares de Argentina no pueden seguir siendo fiscalizadas por un organismo como la Autoridad Regulatoria Nuclear, que ha mostrado vínculos profesionales, técnicos y políticos con la propia CNEA y NASA.

Nuestro país necesita Planes Ciudadanos para que las distintas comunidades puedan reaccionar adecuadamente ante accidentes nucleares. Es preciso revisar además los actuales simulacros para que incluyan el peor accidente posible (nivel 7 en la escala del INES).

Argentina debe desarrollar una Política Energética de Estado en base a la participación de los gobiernos, de los partidos políticos y de distintos actores no gubernamentales para generar un programa de largo plazo que no aísle la cuestión energética del ambiente, de la propia sociedad y del escenario mundial. En este enfoque las conductas de ahorro, las tecnologías sustentables y las fuentes blandas deben tener prioridad. No puede ser que las decisiones e inversiones en materia energética sean decididas en Argentina desde un ministerio nacional, grandes intereses corporativos y una total ausencia de consulta. Lo que debe quedar claro es que Argentina no debe fabricar la trampa en que ya cayó Francia, donde más del 80% de la energía eléctrica que se consume es de origen nuclear. Además de numerosas alternativas energéticas y fuentes blandas (eólicas, solares, fotovoltaicas, de biomasa residual, etc.) existe la estrategia del ahorro energético, insuficientemente desarrollada en nuestro país. Todas estas alternativas son más baratas y menos peligrosas que la nuclear, y no dejan residuos radiactivos que por su larga vida media comprometen la salud y el ambiente de futuras generaciones. No es razonable que reactores nucleares con vidas útiles de apenas 30 años generen grandes volúmenes de residuos que siguen siendo radiactivos durante 1.000 a 1.500 siglos.

Depender de una tecnología absurdamente cara y peligrosa en lugar de consolidar matrices energéticas variadas y más sustentables es suicida. Japón –víctima de ese suicidio- le acaba de asestar un golpe durísimo al mito nuclear, mito que nació del militarismo, la sospecha y la corrupción.

Si los ciudadanos e instituciones no logramos romper la tradición de hermetismo, secreto y autoritarismo con que se edificó el fastuoso programa nuclear de Argentina –que apenas provee del 5 al 6% de la energía eléctrica- entonces deberemos prepararnos para resistir sus impredecibles efectos colaterales. No olvidemos que un solo accidente nuclear grave puede hacer colapsar durante décadas y siglos una región entera. Fukushima está más cerca de lo que creemos.

Referencias

[1] INES, Escala Internacional de Eventos Nucleares. El grado 6 fue asignado por la Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia (El País, Madrid, 15 de marzo de 2011).

[2] En Europa las instituciones nucleares tienen una posición muy crítica sobre los accidentes ocurridos en Japón. El Comisario europeo de Energía, Günther Öttinger calificó como "fuera de control" la situación en Fukushima (El País, Madrid, 16 de marzo de 2011).

[3] "CNEA: en Argentina no podría pasar lo que sucede en Japón". Noticia de la Agencia TELAM, 14 de marzo de 2011. La aseveración de G. Barceló es técnicamente incorrecta pues Argentina tiene zonas sísmicas.

[4] Estas fallas están siendo estudiadas por la Universidad Nacional de Río Cuarto. El geólogo Guillermo Sagripanti –a cargo de los estudios- expresó que la zona de Río Cuarto "es sísmicamente activa". Ver La Voz del Interior (Córdoba), 15 de marzo de 2011 y diario Puntal (Río Cuarto) 16 de marzo de 2011.

[5] Montenegro, R.A. 2007. "The nuclear programme of Argentina and the creation of nuclear-free zones for reducing risks of nuclear facilities". In: "Updating International Nuclear Law", Eds. H. Stockinger, J. Van Dyke, M. Geistlinger, S. K. Fussek y P. Marchart, Ed. NW Verlag, BMW Berliner Wissenschaftsverlag & Intersentia, Wien-Graz, pp. 259-284.

[6] El reactor nuclear Candú de Embalse tiene problemas que le son propios: 1) Mayor probabilidad de pérdida de agua pesada desde el circuito primario dada la complejidad de su tubería. 2) El reaprovisionamiento de combustible mientras continúa funcionando el reactor introduce factores adicionales de riesgo. 3) Las sucesivas fallas y roturas de los tubos de presión está relacionada con la misma aleación de Zirconio-Niobio utilizada en las tuberías de Chernobyl. 4) La combinación de uranio natural-agua pesada tiene serias implicancias en materia de seguridad. El coeficiente de reactividad es positivo, de allí que cualquier accidente que ocasione la pérdida de refrigerante pueda acarrear escape de energía. 5) El uso de agua pesada genera grandes cantidades de Tritio 3 radiactivo, y el uso generoso de Zirconio en el núcleo tiene como consecuencia un elevado potencial de reacción Zirconio-vapor de agua. 6) No está diseñado para soportar los peores accidentes que involucran extensas reacciones de Zirconio-vapor de agua, explosiones de hidrógeno y vapor de agua, y ruptura de las modalidades comunes de los ciclos de enfriamiento primarios y secundarios dentro de la contención.

[7] Según datos de la Autoridad Regulatoria Nuclear (1998) los valores de Tritio 3 en aguas del Embalse de Río Tercero, en Córdoba, son 32 a 520 veces más altos que los medidos en el río Paraná en inmediaciones de Atucha I. Las cifras de Tritio 3 en el agua potable que consumen los pobladores de Embalse, en tanto, son 34 a 367 veces más altas que las registradas en agua subterránea (potable) de pozos situados 5 kilómetros al sur de Atucha I (provincia de Buenos Aires). Ver [5].

[8] Cada material radiactivo tiene una vida media observada. Cuando se dice que el Iodo 131 tiene una vida media de 8,1 días implica lo siguiente: si tengo 100 gramos de Iodo 131 a los 8,1 días quedará la mitad, es decir 50 gramos; a los 16,2 días la mitad de la mitad, 25 gramos, y así sucesivamente.

Para mayor información contactar a:

Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo

Teléfono fijo: 03543-422236

Teléfono celular: 0351-155 125 637

E-mail: raulmontenegro@flash.com.ar

Encargada de prensa:

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FUNAM es una ONG fundada en 1982.
Tiene status consultivo en ECOSOC (Naciones Unidas, Nueva York).
FUNAM es Premio Global 500 de Naciones Unidas (1987).


FUNAM is an NGO created in 1982.
FUNAM has consultative status at ECOSOC (United Nations, New York).
Global 500 Award from United Nations (1987).

Carreras universitarias en Almafuerte

El Centro de Comercio Ind. Y Turismo de Almafuerte, informa a todos los interesados en realizar algunas de las carreras que se dictan en la Universidad Siglo 21, especialmente a los Docentes de Nivel Medio, aspirantes a la Licenciatura en Educación, que durante el mes de marzo y abril se dictaran charlas informativas sobre la modalidad de estudio, horarios, etc.

La próxima charla es el día 23 de marzo a las 21 hs., en las instalaciones del Centro de Aprendizaje Universitario de la Universidad Empresarial Siglo 21, Pedro C. Molina 148, de la ciudad de Almafuerte

jueves, 17 de marzo de 2011

CORDOBA AMBIENTE Comunicado de Prensa

La ARN regula y fiscaliza la actividad nuclear en Argentina

La Secretaría de Ambiente del Gobierno de la provincia de Córdoba informa que en la Argentina la regulación y fiscalización de la actividad nuclear en lo referente a los temas de seguridad radiológica y nuclear, protección física y no proliferación nuclear es ejercida por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) entidad creada mediante Ley 24.804.

Por lo tanto es competencia de esta entidad realizar las inspecciones y evaluaciones en las instalaciones; establecer, de acuerdo con parámetros internacionales, las normas de seguridad radiológica y nuclear y evaluar el impacto ambiental de toda actividad nuclear licenciada.

La ARN también fija los criterios y evalúa los planes y procedimientos de emergencias radiológicas y nucleares que elaboran las instalaciones controladas para hacer frente a situaciones de accidente.

Funam anticipa que demandará a la Provincia por Embalse


La Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) dijo que la provincia de Córdoba “no está preparada para el peor accidente posible que pudiera tener la Central Nuclear de Embalse, esto es un evento clasificado como 7 en la escala del INES”.

Lo ocurrido en Chernobyl fue grado 7 y lo que sucede actualmente en Fukushima, Japón, es grado 4.

“La central de Embalse está localizada sobre una falla geológica y puede verse afectada por fuertes movimientos sísmicos. La provincia, de oeste a este, tiene tres franjas de actividad sísmica: 2 (moderada), 3 (reducida) y 4 (muy reducida). En cuanto al reactor nuclear y su depósito de combustible nuclear agotado, también altamente radiactivo, pueden sufrir el impacto accidental de un avión comercial de gran porte o ser blanco de acto terrorista”, señaló Funam.

El presidente de Funam, Raúl Montenegro, indicó que el gobernador Juan Schiaretti “no respondió los planteos urgentes que le presentó Funam en noviembre del año pasado”.
Y anticipó que podría haber “una nueva denuncia penal contra el gobernador y contra el secretario de Ambiente, Raúl Costa”.

Montenegro calificó de “extremadamente grave” lo que ocurrió en la provincia “porque se decidió prolongar 25 años la vida útil de Embalse sin previo Estudio de Impacto
Ambiental y sin audiencia pública”.

“Cuando se trata de tecnologías que en caso de accidente o acto terrorista pueden hacer colapsar la salud de miles de personas y toda la economía de una provincia deben hacerse largos estudios previos, debatir los resultados con la comunidad y sus instituciones y, sobre todo, respetar la ley”, señaló.

“Es la sociedad la que debe decidir, no funcionarios irresponsables”, indicó.

Aclaró que la provincia “dejó en manos de la Nación todos los controles” y que la central “nunca informó adecuadamente sus fallas y accidentes”.

Agregó que el reactor de Embalse “ya ha sufrido numerProxy-Connection: keep-alive Cache-Control: max-age=0 os incidentes y accidentes, la mayoría de los cuales fueron informados por Funam y luego reconocidos por Cnea y Nasa”.

Recordó que los reactores Candú “tienen fallas inherentes a su diseño y que el riesgo es doble, por los materiales radiactivos contenidos en el corazón de la central y por el combustible nuclear agotado, extremadamente peligroso, que se almacena en el mismo predio y en estructuras que no resistirían, por ejemplo, el impacto de grandes aviones comerciales”.

“El combustible nuclear agotado acumulado hasta hoy en Embalse equivale a varios Chernobyl”, puntualizó.

El pasado 26 de noviembre de 2010 Funam conminó por nota al Gobierno de Córdoba para que impida esa extensión de la vida útil de Embalse por 25 años, apruebe un Plan Ciudadano que permita a los habitantes de la provincia poder protegerse del peor accidente nuclear y se realicen simulacros en todas las ciudades de la provincia.

“Hasta ahora los simulacros sólo se hacen en un radio de 10 kilómetros alrededor de la central nuclear y para un accidente menor, no para el peor accidente posible", sostuvo Montenegro.

Funam le había entregado al gobernador Juan Schiaretti un Plan Ciudadano ya elaborado y le fijó plazos para que ese plan u otro que el Gobierno proponga “sea aprobado y la población no siga como hasta ahora, desinformada e indefensa”.

“El gobernador ignoró los plazos y ni siquiera respondió nuestros planteos. A partir de ahora lo hacemos directamente responsable por las consecuencias”, finalizó.

FUENTE: DIARIO PUNTAL

RECORDANDO CHERNOBYL SUPONEMOS FUKUSHIMA




RED NACIONAL DE ACCION ECOLOGISTA - PARTE DE PRENSA

El reactor cuatro de Chernobyl comienza a fundirse a la una y siete minutos de la madrugada, un sábado primaveral, 26 de abril de 1986. La nube radiactiva, imposible de concebir por mente alguna, emerge del reactor después de que una fuerte explosión termina con la vida de todos los operarios en el seno de la central. De todos. La nube primero se desplazó hacia el este y luego rotó hacia el norte. Enseguida se dividió en cuatro pétalos como si se abriera una flor, en distintas direcciones. Uno de los pétalos de la nube radiactiva fue detectado por un soldado finlandés en un puesto fronterizo. En el mismo instante, en una central nuclear sueca registran altas dosis radiactivas en las botas de un operario. El director de seguridad de la central sueca, Ben Gelman, no termina de entender qué pasa y por la orientación de los vientos sospecha que la radiación proviene del Reino Unido y cuenta más tarde que lo primero que pensó fue en un ataque nuclear en territorio británico, hasta que veinte minutos más tarde se cree que la nube letal proviene de la Unión Soviética. El silencio se hizo interminable. Los soviéticos contestan con evasivas y dicen no saber nada cuando los suecos les preguntan que los vientos provienen de Chernobyl. Hasta ese instante habían transcurrido diez horas de la voladura y fusión del reactor y los bomberos se sumaban a luchar contra el núcleo convertido en una brasa. Los soviéticos reconocen más tarde el desastre diciendo que “no querían alarmar a nadie” y en consecuencia no evacuaron inmediatamente a la población de Pripyat, además hábitat de los trabajadores de la central, la que recibió radiación cuatrocientas veces superior a la generada por la bomba atómica sobre Hiroshima.

La gente de Pripyat, con las primera luces del día, recorría las calles y la plaza con sus hijos, sin saber que sus días estaban contados. Se cruzaron con soldados que portaban trajes y botas como de lluvia y un barbijo en el rostro, y respondían que se trataba de “un simple entrenamiento”.

La fusión del núcleo fue imparable. El setenta por ciento de los radionucleidos cae en Bielorrusia. El 2 de mayo la nube llega a Japón donde miden radiación altísima. El día 4 toca territorio chino y el 5 la nube sobrepasa la India. El 6 de mayo aparece en la costa de Estados Unidos y Canadá. Los informes advierten que la nube radiactiva de Chernobyl dio tres vueltas al globo terráqueo. En Europa también recibió el impacto Alemania, Francia, norte de Italia e Islas Baleares, y en el resto del viejo continente, aunque en menor medida. Los análisis de orina de algunos habitantes catalanes registraron altos índices de yodo radiactivo, un radionucleido que se aloja en la glándula tiroides y se mantiene vivo por ocho días bombardeando desde adentro todo el cuerpo. Pero digamos que hay muchos otros radionucleidos, como el Cesio 137 que contamina durante 30 años todo lo que toca. El Estroncio 90, que ataca la médula ósea y se confunde con el calcio del cuerpo haciendo el mismo recorrido; tiene una vida media de 90 años. Entre los productos de fisión que hay en el núcleo del reactor se halla el gas Xenón, veneno que se inhala y ni la lluvia lo disuelve, permanece vivo por seiscientos años. Son muchísimos los radionucleidos “criados” en la fisión nuclear pero citemos principalmente al más peligros de todos por su alta actividad, el plutonio 239 que se instala en el planeta para no irse por 250.000 años, causando enfermedades terminales. Es inimaginable, pero pensemos que hace 10.000 años había volcanes en Francia y que concluía el último período glacial, y que hace 8000 años el desierto del Sahara era una sabana verde y fértil. El plutonio, creado por el hombre en la fisión del reactor posee una vida media de 24.400 años, pero seguirá activo por 250.000 años.

Este cuadro es el que se reproduce actualmente en Japón, aunque creemos que mucho peor, porque combatir contra cinco reactores a los que habrá que envolver en hormigón, sólo para mitigar el impacto radiactivo al exterior, porque continuarán emitiendo radiactividad por milenios, será una tarea que no permite ver el final. Por lo pronto Fukushima es ya una ciudad fantasma como lo es actualmente la ucraniana Pritya. Nadie puede ocultar la realidad ni la documentación que se fue gestando sobre Chernobyl con diez millones de afectados por cáncer y leucemias, cinco meses después del desastre nuclear.

Cuando los robots enloquecían en el techo del reactor ucraniano, con la utopía de ahogarlo químicamente y sellarlo con una coraza de hormigón, se precipitaban –incontrolados- en el núcleo del reactor. Lo increíble sucedió después cuando setecientos mil soldados fueron enviados a cumplir ese objetivo. Se inmolaron. La orden era que cada uno no estuviera más de tres minutos en esa labor porque no hay traje capaz de frenar ese poder destructivo. Se sumaron a semejante esfuerzo muchísimos campesinos y pobladores, los bomberos y otras fuerzas del orden involucradas, enfermaron gravemente. Ocho mil quinientos de estos héroes murieron en horas y poco a poco el cáncer iba dando cuenta del resto. La tragedia continuaba en cada nacimiento de nuevos seres de aquellas mujeres contaminadas en varios kilómetros a la redonda: los niños de Chernobyl, algunos de los cuales estuvieron en Buenos Aires, en nuestro hospital Garraham, años después.

¿Es alarmista este texto y en consecuencia debemos ocultarlo?

Estamos siendo literales en la descripción de los hechos por eso coincidimos con gran parte del mundo que equipara -por ahora- la tragedia de Chernobyl y Fukushima. Pero este último sitio se agrava por su sismicidad. Salvando esto, se asemejan mucho los dos casos porque en Japón, a cuatro días del desastre, el gobierno se esfuerza en convencer al mundo que la radiación es tolerable; en Chernobyl, dos días después, el 28 de abril, el comunicado oficial leído por la autoridad soviética decía que “se había dañado un reactor y estaban reparándolo.” Las mismos burócratas prohibirían luego toda información vinculada con el caso, un velo que se fue destapando cuando desaparece la URSS. Lamentablemente, las nuevas autoridades ucranianas y rusas reconocen que gran parte de la documentación sobre Chernobyl fue destruida.

Javier Rodríguez Pardo

Movimiento antinuclear del Chubut (MACH) – Sistemas Ecológicos Patagónicos (SEPA)- Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE Argentina)- Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) Tel.: (011) 1567485340 machapatagonia@gmail.com

Comisión Prensa y Comunicación
UAC Unión de Asambleas Ciudadanas

viernes, 4 de marzo de 2011

AFSCA OTORGA LA LICENCIA OFICIAL A ACTIVA FM


Finalmente se hace efectiva la licencia oficial de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. (ex comfer) .

jueves, 3 de marzo de 2011

Está en marcha en Los Cóndores el Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo

El plan ofrece la posibilidad de finalizar estudios, realizar talleres de formación en oficios y prácticas empresariales, recibiendo incentivos económicos en cada una de las acciones.

Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo convoca a inscribirse en la localidad de Los Cóndores a todos los jóvenes de entre 18 y 24 años QUE NO HAYAN TERMINADO SUS ESTUDIOS PRIMARIOS O SECUNDARIO.

Para mayor información acercate lo antes posible a la Municipalidad.


Informe: Jorge Estañoli


adudio clic aqui

Mañana Activa


UN CAMION DESCONTROLADO DESTRUYE COMERCIO EN EMBALSE

Informe: Comisario Farias - Dep. Calamuchita